domingo, 12 de febrero de 2012

El origen del signo @


La palabra arroba es de origen árabe (ar-robha) y significa cuarta parte del quintal, por lo que es una unidad de peso ya en desuso  equivalente a unos 11,34 kilogramos, lo que en Castilla eran 25 libras y  en Aragón 36,  que se ha simbolizado alguna vez con el carácter tipográfico @ que en español llamamos arroba, cosa que no tiene mucho que ver con el uso moderno informático y general que se hace ahora del símbolo universal @.

Lo primero que hay que saber es que este símbolo @ que empleamos en los correos electrónicos no se llama arroba en las demás lenguas. Y es que a veces nos parece que lo que pasa en nuestra lengua es común a las demás, y no una peculiaridad, como comprobamos cuando comparamos con  otros idiomas. Por lo que se nos alcanza, se llama "arroba" en portugués y en español,  y en francés "arrobe" o "arrobas(e)", pero no en italiano, por ejemplo, donde se llama "chiocciola" o su diminutivo "chiocciolina", que quiere decir caracol, y también "a comercial". En alemán se llama algo tan curioso como Klammeraffe, o sea, mono-araña. En inglés se llama signo "at":  "at sign", "at the rate", "at symbol", "at mark", "commercial at", y "ampersat".

Parece ser que entre los comerciantes venecianos del siglo VII la @ era un signo gráfico que representaba el ánfora, una medida de peso y capacidad que se utilizaba entonces. El signo era la "a" minúscula manuscrita inicial de la palabra "amphora", embellecido por la escruitura florentina típica.

El origen del moderno símbolo @ nace en la Edad Media como unión estilizada de las letras minúsculas "a" y "d" que forman la preposición latina "ad" que significa "junto a", "en",  según una teoría, o, según otra que parece más plausible, de la primera y última letra de la preposición latina "apud", que signficia "en casa de", con el mismo significado que la preposición francesa "chez". En la escritura cursiva la "d" se curvaría hacia la izquierda y se extendería sobre la "a" abarcándola para crear el símbolo.



Ray Tomlinson, el ingeniero americano que inventó en 1971 el correo electrónico, utilizó en 1972 el símbolo "@"  como separación entre el nombre del destinatario y el servidor que hacía las funciones de oficina de correo. Por ejemplo fulanodetal@ejemplo.com, donde el usuario se llama "fulanodetal" y el dominio "ejemplo.com".

Un uso que a los hispanohablantes nos resulta más extraño, es el que hacen los americanos en los eventos deportivos donde el signo "@" que ellos leeen "at" se utiliza como separador de los nombres de dos equipos contendientes para indicar cuál de ellos (el segundo) jugará en su propio campo, es decir, "en casa". Por ejemplo "LA Lakers @ Boston Celtics" indica que el partido tendrá lugar en Boston.

Resulta curioso cómo el símbolo de la arroba (@) ha empezado a utilizarse en español en algunos contextos no académicos como recurso gráfico que parece integrar las vocales "a" y "o", con lo que se pretende evitar engorrosas repeticiones políticamente correctas o corteses, como diría Gracián,  tales como "los niños y las niñas, los ciudadanos y las ciudadanas", por lo que se escribe "l@s niñ@s" o "l@s ciudadan@s",  haciendo así explícita la alusión a los dos sexos, olvidando algo tan consabido como que en castellano el género masculino  es el común, genérico o no marcado, que ya incluye al femenino, mientras que el femenino es el género marcado; olvidando que no se pueden confundir los géneros gramaticales con los sexos (en la frase "la policía disolvió la manifestación", tanto la palabra "policía" como "manifestación" son de género femenino en español, pero no necesariamente de sexo femenino);    y olvidando que cuando decimos "el niño y la niña están contentos" no podemos escribir "content@s" porque una de dos: o tendríamos que leerlo "contentos y contentas" y sería un despropósito lingüístico porque el niño y la niña no son más que dos y si decimos "contentos y contentas" parece que estamos aludiendo a una infinidad;  o tendríamos que decir "contento" y "contenta" como si fueran dos palabras distintas al modo de "pozo" y "poza" o "caño" y "caña" -pero ¿qué nota semántica que no sea redundante le añade al adjetivo "contento" la forma "contenta", aparte de la concordancia gramatical de género femenino?  

La Real Academia Española de la Lengua dice a este respecto: "Debe tenerse en cuenta que la arroba no es un signo lingüístico y, por ello, su uso en estos casos es inadmisible desde el punto de vista normativo; a esto se añade la imposibilidad de aplicar esta fórmula integradora en muchos casos sin dar lugar a graves inconsistencias, como ocurre en Día del niñ@, donde la contracción del solo es válida para el masculino niño."

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